viernes, 27 de marzo de 2009

No son datos, es mi opinión...

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El astuto de Churchill


El otro día escuché en la radio un espécimen en peligro de extensión: el tecnócrata-positivista. Un experto en la materia, Don José Felix Rodriguez De la Fuente, ha constatado que esta especie expresa con frecuencia el siguiente mensaje: "No es mi opinión, ¡Son datos!". Al que pude atender a través de las ondas radiofónicas, no sólo reprodujo esta afirmación más que discutible, sino que al ser respondido por otro contertuliano con otros datos que ponían en duda sus planteamientos, replicó lo siguiente: "Como dijo Winston Churchill, sólo creo en los datos que manipulo".
Este argumento me gustó por su ambigüedad. ¿Qué sentido atribuye al término "manipular"?
La respuesta obvia es considerar que nuestro homo-statiscus, no daba validez a datos con los que no había trabajado previamente. Por lo tanto, en ese caso, éste demostró una actitud prudente y respetable, ya que fue consciente de la importancia de comprobar la fiabilidad de los datos presentados.
Sin embargo, si entendemos "manipular" como sinónimo de viciar o falsificar, la respuesta no sólo habría sido contradictoria con la primera aseveración, sino que pone sobre el tapete un aspecto evidente, los datos pueden ocultar tanto como revelan. Un ejemplo frecuente es el de las dos personas con una manzana. Una de las personas se queda con ella pero los datos al respecto podrán "mostrar" que la media de manzanas es de una mitad por cada persona.
Otro ejemplo claro fueron los debate Zapatero-Rajoy previos a las pasadas elecciones generales. Mientras uno presentaba unos gráficos con flechas hacia abajo, para un mismo tema, otro presentaba unas flechas hacia arriba. No sabíamos su fiabilidad, tampoco su representatividad, ni tan si quiera sus fuentes, pero era evidente que el objetivo buscado por ambos no era la veracidad de lo que mostraban. Uno y otro recurrían a unos datos modelados para legitimar sus posiciones.
En definitiva, más que rechazar las opiniones o los datos como herramientas para la comprensión de la(s) realidad(es) social(es), hay que atender a la calidad de éstas y adecuar su uso a la problemática en cuestión. No son datos, es mi opinión...



martes, 24 de marzo de 2009

El desarrollo, historia de una creencia occidental

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Tras la recomendación musical, allá va una nueva espiga, esta vez es una recomendación bibliográfica: El desarrollo, historia de una creencia occidental (Gilbert RIST, Ed. La Catarata, 2002).
A lo largo de la obra, el profesor del IUHEID de Ginebra argumenta como la idea de "desarrollo" se inscribe en lo más profundo del imaginario occidental, asociándolo con el progreso y el crecimiento infinito. Esta idea de desarrollo se ha extendido a escala global y se comparte por buena parte de los responsables de los Estados-Nación, la tecnocracia internacional y un sector amplio de las poblaciones, a pesar de que en sus más de cincuenta años de existencia ha demostrado distintas deficiencias expuestas por el autor.
Sin embargo, Rist no se conforma con exponer la crisis del desarrollo y propone tres estrategias de transgresión:
- La primera, en línea con otro profesor de Ginebra, Christian Comeliau, se puede optar por una transformación de la estructura internacional (comercio, finanzas, IDE,...). Esta primera opción se aproxima a la entrada "Porque no hace falta un nuevo Keynes".
- Otra opción, teorizada por Johan GALTUNG, es la autoorganización del Sur. Esperando poco de las soluciones procedentes de los países desarrollados/arrolladores, se apuesta por los efectos positivos de la exclusión.
- La última estrategia es la teorización del post-desarrollo, tomando distancia con respecto a la creencia en el "desarrollo", poniendo en cuestión sus "evidencias" e imaginando una economía generalizada. En esta línea encontramos los trabajos en torno al decrecimiento de LATOUCHE & Co., un tema que espero presentaros próximamente en este blog.
Personalmente, considero que estas tres estrategias no son mutuamente excluyentes y deben coexistir si de veras se aspira responder a los desafíos a los cuales la noción de desarrollo se ha demostrado incapaz.
Esto ha sido una pequeña introducción a un libro bien interesante. ¡Podéis marchar en paz!

martes, 17 de marzo de 2009

Keny Arkana

keny arkana



La música de esta marsellesa tiene una esencia crítica que no he encontrado jamás en otros raperos, y además da gusto escucharla. Alterna canciones que desbordan rabia desde el título (La rage) a otras llenas de sentimiento (Victoria) o humor (Nettoyage au Kärcher). Lástima que sea en francés, porque muchos no podréis disfrutar de unas letras que han conseguido remover conciencias y despertar la cursiodad por la Política (con mayúsculas, no del politiqueo infame que debemos aguantar en cada telediario) ¿Verdad Philippe?
Os dejo dos video-clips subtitulados en español, el primero sobre el movimiento piquetero argentino, y el segundo, el tema con el que se dio a conocer ¡A disfrutarlos!

Victoria

La rage


N.S.: Tremendo el "concierto salvaje" que dió en Ginebra en favor del movimiento okupa de esa ciudad.



miércoles, 11 de marzo de 2009

La historia de las cosas

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A muchos ya os he hablado de este documental, pero para aquellos que aún no lo hayais visto, dedicadle veinte minutillos a "la historia de las cosas".
De una forma muy didáctica y entretenida, nos analizan las fases principales del sistema de producción, poniendo en evidencia sus lagunas. La conclusión básica (o al menos la que yo retengo) es que no podemos operar con un sistema lineal de producción ya que no es sostenible a corto plazo. Aunque la idea esta muy extendida, y yo diría que hasta quemada, el video nos permite comprender los motivos de la insostenibilidad medioambiental.
Como todo en esta vida, no es perfecto, yo le criticaría el excesivo protagonismo otorgado en la segunda fase a los "tóxicos" en detrimento de otros problemas importantes como, por ejemplo, la precarización del trabajo o las crecientes amenazas a las organizaciones sindicales.
Sin embargo, retornado el keynesianismo, the story of stuff nos puede concienciar en que el contexto actual no es idéntico al de medio siglo atrás ya que el desafío medioambiental nos impone unos límites que no existían anteriormente.
En definitiva, aprovecho este video para mostrar, una vez más, mi rechazo al culto por el crecimiento económico y reivindicar la necesidad de un decrecimiento sostenible. Esta crisis económica es un momento propicio para llevar a cabo los cambios necesarios para adecuar nuestro sistema productivo lineal a una lógica circular o en armonía con el entorno.


N.S.: No tienen desperdicio los segundos dedicado a la obsolencia programada o la obsolencia percibida, dos conductas cotidianas que nos desvelan los absurdos de nuestro día a día.

jueves, 5 de marzo de 2009

ho´oponopono (o dejar las cosas claras)

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A tres semanas de la jornada en la que Johan GALTUNG comparta sus teorías y experiencias para alcanzar la paz (Jueves 26 de marzo en la Facultad de CC. Políticas y Sociología de la UCM, Campus de Somosaguas), me apetece dedicarle, como mínimo, una entrada a este buen hombre.
¿Qué es ho´oponopono?
En su libro "Tras la violencia 3R", Galtung explica el ho´ponopono como una práctica hawaiana que ante un conflicto político responde de forma simultánea a los tres tipos de violencia que lo originan (directa, estructural y cultural). De hecho, la violencia directa (física o verbal) es considerada un metaconflicto para éste, ya que expresa una violencia estructural y/o cultural anterior.
A diferencia de los métodos de resolución occidentales/modernos, tendentes a responder simplemente a la violencia directa (la única de ellas que es visible), la metodología de Galtung aboga, además, por un análisis espacio-temporal más amplio. Por ejemplo, una guerra civil en el Congo no vincula simplemente a los congoleños que combaten o sufren las consecuencias de este conflicto. Existen otros actores, situados en espacios donde el conflicto no se expresa (pero si se explica), que juegan un rol determinante en su resolución (multinacionales, Estados,...).
Si respondemos simplemente a la violencia directa, a través de la RE-construcción, y olvidamos (o retrasamos) la RE-conciliación, respuesta a la violencia cultural y la RE-solución, vinculada a la violencia estructural, nos exponemos a las frecuentes "recaídas" tras haber alcanzado acuerdos de paz aparentemente sólidos.
¡Más ho´o ponopono y menos parches!

domingo, 1 de marzo de 2009

Porque no hace falta un nuevo Keynes



El archinombrado John Maynard Keynes (1883- 1946)


En julio de 2008, semanas antes de los grandes escándalos financieros que sacudieron a la economía global, el economista estadounidense Dani Rodrik ponía en evidencia la quiebra del consenso sobre la globalización neoliberal en los círculos intelectuales tradicionalmente afines a este proceso.

La razón de esta quiebra saltaba a la vista: las sucesivas crisis (alimentaria, energética, ecológica, social) que estaban salpicando tanto a los países del Sur como a los del Norte. La causa de todas ellas la expone el propio profesor de Harvard, “los mercados globales tienen poca calidad de gobierno y, por tanto, tienen poca legitimidad popular”. Esto no es nuevo, existe un problema de gobernanza mundial ya que los mercados desregulados se mueven a una escala global que escapa a una política relegada a una escala nacional. La confianza inquebrantable en la mano invisible empezaba a resquebrajarse y con ella surgieron las primeras preguntas en torno al futuro de la globalización neoliberal.

Lejos de volver al caparazón del Estado, una vez más, el proceso de globalización no debe paralizarse sino cambiar de rumbo ya que las oportunidades que ofrece son mayores si bien, hoy en día, las aprovechan sólo una minoría. Rodrik, por ejemplo, apela a la creación de nuevas instituciones y mecanismos de compensación que hagan de la globalización, un proceso más eficaz, justo y sostenible, para ello, llama a un consenso intelectual que sirva de apoyo, en su opinión, hace falta “un nuevo Keynes”; además, éste añadió que las propuestas existentes son a menuda vagas y que concitan poco consenso.

Sin embargo, el problema hoy en día no es el desconocimiento de alternativas o de herramientas, sino la falta de voluntad política. A un consenso intelectual ya se llegó hace casi un lustro, la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización (CMDSG) impulsada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) publicó un informe en 2004 que contiene una guía de propuestas y recomendaciones en aras de una globalización justa. En ellas, se aborda el problema de la gobernanza mundial, con medidas dirigidas a mejorar la gobernanza local, nacional, regional y global (1). Los actores llamados a participar no son sólo los gobiernos nacionales, sino también la sociedad civil, las multinacionales y los medios de comunicación.

Este informe realizado entre el año 2002 y 2004, gozó de una diversidad de perspectivas y se enriqueció de múltiples consultas llevadas a cabo por los 26 miembros de la Comisión, entre ellos Joseph Stiglitz o Aminata Traoré, en diálogos nacionales y regionales. Entre las 57 recomendaciones, encontramos:

(i) Establecer reglas justas en el ámbito comercial, financiero y de las inversiones

(ii) El respeto de las normas fundamentales del trabajo. El trabajo decente en oposición al trabajo precario, como objetivo global.

(iii) Un marco coherente para los movimientos transfronterizos.

(iv) Un enfoque integrado para la educación, la salud, los derechos humanos, el medio ambiente y la igualdad de género.

(v) Reforma del sistema multilateral para hacerlo mas democrático, transparente, responsable y coherente.


No conformes con el establecimiento de medidas que pudieran quedar en papel mojado, la CMDSG incluyó en su informe unas pautas de seguimiento e insistió en la coherencia de todas ellas. En un contexto de diálogo constructivo, a pesar de las opiniones diversas en un asunto políticamente controvertido como la globalización, pero en el cual era necesario un intercambio abierto y crítico con la realidad actual.

Como exponen Gerry Rodgers, Eddy Lee y Hamish Jenkins (2) en la evaluación del informe tres años después, éste proporcionó por primera vez a la comunidad internacional una base con la que afrontar el desafío ético y político que supone la globalización para nuestras sociedades. No obstante, los cambios no han llegado aún puesto que la desigualdades entres países y en su interior, siguen creciendo porque las recetas neoliberales han seguido funcionando, a pesar de la larga lista de fracasos a sus espaldas. Las propuestas de la Comisión Mundial fueron bienvenidas por organismos como la ONU o la UE pero no aplicadas. Mientras el crecimiento de la economía mundial persistió, nadie se ha atrevió a modificar las reglas de juego, manteniendo un status quo inviable a medio plazo.

Ahora que el contexto mundial ha cambiado, llegó la hora de impulsar verdaderamente la movilización para el cambio. Por ello, las recomendaciones contenidas en el informe de la CMDSG deberían servir de base a los movimientos sociales para canalizar el malestar existente. No obstante, estos movimientos deben revisar las propuestas y someterlas a un debate público dado que algunas de ellas deben ser revisadas, desarrolladas o fortalecidas. Un ejemplo evidente es el aspecto medioambiental, relegado en el informe a un papel secundario.

Los mercados necesitan ser controlados por las sociedades y sus ciudadanos, no a la inversa. No hace falta pues “un Keynes” que venga al rescate, como afirma Rodrik, sino que todos los descontentos nos sumemos al viaje que inicio la CMDSG en busca de una globalización mas justa.




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(1) Cf. Informe de la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización, Por una globalización justa. Crear oportunidades para todos, Organización Internacional del Trabajo, 2004, “Anexo 1: Guía de propuestas y recomendaciones”

(2)
Cf. The quest for a fair globalization three years on, www.ilo.org/public/english/bureau/inst/download/dp17507.pdf